San Roque rememora alegremente su fundación como Ciudad

Sábado, 20 Mayo 2017

San Roque ha rememorado esta tarde noche con mucha alegría su fundación como Ciudad, tras el éxodo de sus habitantes desde Gibraltar. Cientos de personas han contemplado las escenificaciones de voluntarios figurantes, en un número cercano al centenar, que se han desarrollado desde la Plaza de Toros a la Plaza de Armas. Cuando se desarrollaba el espectáculo en la plaza de Armas, hubo un parón de una media hora debido a un corte general de corriente en prácticamente todo el casco urbano.

Vestidos como hace 311 años, quizás con más alegría que entonces, se ha recreado ese momento de la historia que se festeja cada año un 21 de mayo, y es el éxodo de los originarios gibraltareños fundadores de San Roque.

En su camino hacia donde se ubicara la ermita, en la actual Iglesia Santa María Coronada, subieron acompañados en todo momento por centenares de sanroqueños, que no quisieron perderse esta recreación. El alcalde y miembros del equipo de Gobierno felicitaron en la salida a los figurantes, entre los que se encontraban también varios miembros de la Corporación Municipal.

Además de sus pertenencias, los fundadores de San Roque traían desde el peñón los archivos oficiales de la ciudad de Gibraltar y los demás documentos españoles que había la roca, así como la parte del patrimonio histórico que se pudo rescatar.

Comenzó la II Recreación Histórica a las 20 horas desde la Plaza de Toros, con la escenificación de lo que fue el éxodo hace 311 años, a cargo de un grupo de personas bajo las órdenes de Roberto Collado.
Cruzaron la Alameda, donde se realizarán dos bailes dedicados a varias pedanías de la Ciudad, uno en el Templete (guajira), y junto a la fuente (tanguillo), tras que Collado recuerde la creación de San Roque con un texto en verso. En la Plaza de Andalucía hubo un bonito baile de jinetes, entre los que se encuentra el sanroqueño David García, acompañados al baile por Demelsa Domínguez y Sandra Jiménez.
Todos ellos representaron el reencuentro de dos grupos de gibraltareños que, tras separarse en el trayecto, vuelven a verse antes de la subida al cerro.
A lo largo de la calle San Felipe se realizó una coreografía dedicada a varias de las personas que salieron de Gibraltar. Se bailó una sevillana, alusiva a cuatro personajes que fundaron San roque, en la plaza junto al Museo de San Roque.
Tras pasar por la Plaza de la Iglesia, el grupo llegó a la Plaza de Armas, donde se puso en escena el relieve del “Éxodo”, que realizó el sanroqueño Luis Ortega Brú, considerado el mejor imaginero del siglo XX, gracias a la aportación de la carreta por la familia Barberán.
Una vez realizada la escenificación del “Éxodo”, se representó mediante baile flamenco y teatro la Fundación de la Ciudad, bajo la dirección de Vanessa Orrán. La primera coreografía se basó en unas seguirillas con letra de Juan Carlos Muñoz, y representó la fundación de la Ciudad.
La segunda parte consistió en fandangos de Huelva también de Juan Carlos Muñoz, que se dedican a las pedanías de San Roque.

La tercera parte consistió en alegrías y bulerías con letras de Juan Carlos Muñoz y Antonio Peralta, para celebrar la fundación. Finalmente, una cuarta puesta en escena del Fandango de San Roque con letras de Juan Carlos Muñoz y Antonio Peralta, que interpretaron los niños, quienes son el futuro de la Ciudad.
Todos estos palos flamencos fueron interpretados por el sanroqueño Manuel Peralta. La composición e interpretación musical corrió a cargo de Antonio Peralta, “El Kuko”, y a las palmas estuvieron Diego de los Santos, y a la percusión, Marote. Entre cada una de las actuaciones, Roberto Collado desvelaba momentos de la creación de San Roque, con un texto versado de su creación.
El altorrelieve "El Éxodo", la representación gráfica de la fundación de San Roque, fue realizado por Ortega Brú en 1970 como homenaje al pueblo gibraltareño que fundó San Roque.
Está basado en el Romance de las Veredas, del poeta y cronista oficial de la ciudad José Domingo de Mena. Lo finalizó en el antiguo Ayuntamiento, en cuyo salón de plenos permaneció hasta su traslado al Palacio de los Gobernadores.