María Coronada Jiménez dedica la Exaltación de la Soledad a las víctimas de la pandemia

Domingo, 21 Febrero 2021

María Coronada Jiménez fue la encargada, en la noche de ayer sábado, de la Exaltación de Nuestra Señora de la Soledad, un acto organizado por la Hermandad del Santo Entierro que se desarrolló en la Parroquia de Santa María La Coronada. En sus palabras hubo numerosas referencias a la actual situación de pandemia, en especial a la soledad que han padecido los enfermos y los fallecidos en los hospitales, y también al sufrimiento de los profesionales sanitarios.

NOTICIA EXALTACIÓN SOLEDAD 21 FEBRERO 2021

Asistieron al acto el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Juan Angulo, el párroco de Santa María La Coronada, José Manuel Sánchez Cote, y la concejal de Tradiciones, María del Mar Collado, así como otros ediles de la Corporación y numerosos miembros de la Hermandad del Santo Entierro y la Soledad, entre otros fieles. Hay que destacar la participación del joven cantaor Jorge Bolaño, quien entonó una saeta en la que tampoco faltaron referencias al sufrimiento que está causando la pandemia.
El acto comenzó con la presentación a cargo de María José Rodríguez Naranjo, hermana mayor del Santo Entierro, quien recordó que María Coronada Jiménez es hermana mayor de la Hermandad de Gloria de Santa María Coronada, que fue pregonera de la Semana Santa en 1997 y que su padre, el recordado Francisco Jiménez, fue presidente de la Hermandad de la Soledad. Tampoco olvidó que ambas son amigas desde la época del instituto, y que sabía de su gran capacidad literaria, que pudo contrastarse durante la noche.
Empezó Jiménez hablando de la soledad que ha rodeado a tantas víctimas de la pandemia y a las familias que no han podido despedirse de sus seres queridos. Luego proclamó su orgullo de ser de San Roque y de su parroquia, y de todo lo que le ha aportado su familia para poder tener una “felicidad que es la ausencia del miedo”.
Tuvo palabras de recuerdo para miembros queridos de la Hermandad, como Salud Franco y Mario Gil, y dijo que forma parte del Santo Entierro desde el día que murió su padre. También afirmó que es “cofrade desde que di el pregón de Semana Santa”, de Humildad y Paciencia por su novio (ahora marido) y, sobre todo, hermana mayor de Santa María Coronada. De hecho, afirmó que “soy de las que se emocionan con el fandango y que canta el himno”.
Tras entonar un poema en el que recorrió todos los pasos de la Semana Santa sanroqueña, deteniéndose en la procesión de la madrugada de la Soledad el Jueves Santo, llegó el turno de la saeta a cargo de Jorge Bolaño. Luego María Coronada Jiménez reivindicó la importancia social de asociaciones religiosas como Cáritas, las cofradías de la Magna y los catequistas.
En cuanto a las raíces de San Roque, rememoró al “puñado de locos que vieron la posibilidad de reinventarse desde esta loma que mira a Gibraltar”, y también contó algunas anécdotas que le ha relatado su tía de 92 años, como que hasta 1958 un preso cantaba la saeta a la Soledad y luego iba detrás de la procesión, ya libre.
Tras algunos apuntes históricos y recuerdos de las procesiones de la Soledad que ha vivido, Jiménez volvió a hacer un “homenaje y recuerdo emocionado a los que han muerto en soledad y a sus familias. Confío -dijo a la Virgen- en que has estado allí, Soledad”.
Una vez finalizada la exaltación, María José Rodríguez Naranjo le entregó unos obsequios de agradecimiento de la Hermandad del Santo Entierro.