La historia de PETRESA se remonta a la década de los sesenta, y nace como consecuencia de la preocupación de la Industria Química por solucionar los problemas de mala imagen e impacto ambiental de los detergentes de la época basados en Alquilbencenos Ramificados (BAB). Estos productos, no biodegradables y de amplia utilización, producían espumas persistentes en los ríos. Fue entonces cuando la Compañía Española de Petróleos (CEPSA), decide abordar un proyecto que culmina en 1967 con la constitución de Petroquímica Española S.A. (PETRESA). Esta nueva sociedad pone en marcha en San Roque (Cádiz) en 1969 la primera planta de LAB del mundo con tecnología FH (ácido fluorhídrico).