Bosch revela cómo los beneficiados por el franquismo siguen influyendo en la España del presente

La organización ha corrido a cargo de la Delegación de Cultura y la Comisión Municipal de Memoria Histórica, que encabeza en ambos casos la concejal Ana Ruiz, con la colaboración del Foro por la Memoria Histórica del Campo de Gibraltar. Además, del alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, de la citada edil y del jurista Joaquim Bosch, asistió el coordinador de la Administración General del Estado (AGE) en la comarca. Entre el público que llenó el salón de actos del Palacio de los Gobernadores durante la conferencia se encontraban estudiantes y docentes de los institutos Carlos Castilla del Pino y José Cadalso.

En primer lugar se llevó a cabo la inauguración de la exposición, titulada “El trabajo esclavo de los presos en el presente. Sus obras en el Campo de Gibraltar”, que consta de dos partes. Por un lado, cinco paneles recogen información sobre los alrededor de 30.000 presos republicanos que, entre los años 1939 y 1943, sirvieron como mano de obra esclava del régimen franquista para la construcción en el Estrecho del sistema de fortificaciones, caminos y carreteras con el que la dictadura se preparó para una eventual entrada de España en la II Guerra Mundial.

En estos paneles se habla sobre la situación estratégica del Estrecho, sobre cómo funcionaba el sistema represivo, sobre el número de prisioneros que fueron movilizados para estas obras, así como de los lugares donde se ejecutaron. La segunda parte de la exposición, con menos texto y más fotografías, consta de seis paneles: el primero hace una introducción sobre estas construcciones militares, mientras que el resto detalla por municipio los principales referentes de estas obras que quedan aún en pie.

En lo referente a la conferencia, el alcalde se encargó de la presentación de Bosch, quien es magistrado y fue portavoz de Jueces por la Democracia. Ruiz Boix lo definió como “un luchador por la justicia” que, para preservar su independencia, no ha querido vincularse a ningún partido político.

Además de ser bastante conocido por sus intervenciones en radio y televisión y por sus artículos en prensa, recordó que ha escrito dos libros, el último de ellos sobre la corrupción en España y sus raíces en el franquismo. Finalizó el alcalde refiriéndose a los últimos avances en memoria democrática, en especial a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos y los de Queipo de Llano de la Basílica de la Macarena, en Sevilla.

En el principio de su conferencia, Bosch indicó que a pesar de su complicada agenda, al tratarse de la conmemoración del Día de la República pensaba que “debía estar aquí. Y hoy lo tengo todavía más claro”. En su opinión, en España los poderes públicos no han dado a las víctimas del franquismo su merecido “derecho a la reparación”, y subrayó que “la memoria democrática no opera sobre el pasado”, porque las víctimas y sus descendientes siguen reclamando justicia. Pero, sobre todo, porque la experiencia en países como Alemania demuestra que sirve para “reforzar los valores democráticos en el presente”.

Recordó que la historia comienza cuando “un gobierno elegido en las urnas fue derrocado por un golpe militar”, lo que provocó que “más de 100.000 víctimas fueran asesinadas en las cunetas”, personas que en su inmensa mayoría “ni habían ido a la guerra”. Recalcó el jurista que “hasta el final de la dictadura se vulneraron los Derechos Humanos”, y que “la corrupción del franquismo asentó hábitos y dinámicas” que siguen operando en España en la actualidad.

Puso como ejemplo que la Ley de Responsabilidades Políticas está en el origen de grandes fortunas. Así, al gallego José Quiñones, un empresario del mundo de la electricidad, no sólo se le fusiló por republicano, sino que “se expoliaron sus bienes”, los cuales pasaron en gran medida al conde de Fenosa, fundador de Unión Fenosa, empresa origen de Gas Natural. Y apuntó que hechos similares están también en el origen de Ferrovial, una empresa muy en la actualidad en estos días.

Explicó el jurista que la Transición se vio lastrada por el temor al aparato franquista, de manera que muchos de los ministros de Franco fueron políticos con la Democracia, mientras que, cuando se fundó el índice bursátil IBEX 35, 22 de sus altos cargos también fueron empresarios del franquismo. Además, la mayoría de los magistrados del Tribunal de Orden Público pasaron al Tribunal Supremo. Y todo ello sin olvidar que en los años de la Transición hubo 250 muertos por la policía o grupos parapoliciales, uno por semana.

También señaló la importancia de la Ley de Amnistía, que posibilitó que “se perdonaran crímenes contra la Humanidad”, aunque según la legislación internacional eso es imposible. De hecho, y amparándose en dicha Ley, el Tribunal Supremo impidió que prosperaran los esfuerzos de Baltasar Garzón en 2008 por enjuiciar los crímenes del franquismo, y de hecho “se le persiguió” y se le suspendió de funciones.

Para Joaquim Bosch, la Ley de Memoria Democrática de 2007 fue un “avance tímido” aunque también un punto de partida, y valora especialmente “las mejoras” introducidas en la de 2022 en cuestiones como la obligación del Estado de amparar los derechos de las víctimas, acabar con la simbología fascista en lugares privados y dictar la nulidad de las sentencias de tribunales franquistas contra los derechos fundamentales de los condenados.

En su opinión, “una democracia no puede construirse con muertos en las cunetas ni glorificando a dictadores”, y espera que la nueva ley sirva para corregir esta situación, que permanece hoy en día. Terminó desvelando que hizo de joven una investigación sobre los españoles en campos de concentración nazis, que le sirvió para concluir que “hay demasiados españoles sin patria, que quieren que su país reconozca sus derechos”.

Joaquim Bosch Grau (Cullera, Valencia, 1965) es un magistrado y jurista español. Fue portavoz de la organización Juezas y jueces para la Democracia entre 2012 y 2016. En 2022 publicó el libro “La patria en la cartera. Pasado y presente de la corrupción en España”.