Grandes avances en la concreción del distrito equino de la Vega del Guadiaro

Tuesday, 7 October 2014

La ciudad de Jimena ha acogido hoy, martes, la tercera reunión del grupo de trabajo para la creación de un distrito equino en el vega del río Guadiaro. En el encuentro se han presentado los tres clubes que se incorporan a este grupo y que se encargan de la financiación del mismo. Pero, sobre todo, se han propuesto los límites territoriales del distrito y los componentes básicos del modelo que se persigue, inspirado en el que funciona con éxito en Florida.

DISTRITO EQUINO 7 OCTUBRE 2014

El alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, ha acudido con dos técnicos municipales a la reunión, a la que también asistieron el primer edil de Jimena, Guillermo Ruiz, quien actuó de anfitrión, y el regidor de Castellar, Juan Casanova. Asimismo, participaron representantes de la Fundación Santa María Polo (principal impulsora del proyecto), de la Federación Andaluza de Polo y de las tres empresas que financian este grupo de trabajo: Santa María Polo Club, Ayala España y Dos Lunas.

En cuanto a la delimitación del distrito equino, se presentó un mapa con los límites territoriales posibles. La propuesta inicial cubre una superficie total de 10.765 hectáreas, de las que 1.734 corresponden al municipio de San Roque, 7.802 de Jimena y 1.228 al de Castellar.

Respecto a la propuesta de funcionamiento, se corroboró la idea inicial se inspirarse en el modelo que funciona en Wellington (Florida, EEUU), frente al de Pilar (Argentina), si bien adaptándolo a la realidad andaluza. En estas recomendaciones preliminares que se presentaron hoy, se señala que “para garantizar una distribución lógica de cargas y beneficios, se debe condicionar el desarrollo de los complejos ecuestres (centros ecuestres más fincas ecuestres)”.

Así, “los centros ecuestres deben de ser de polo, de hípica o mixtos”, con una superficie mínima de 20 hectáreas y máxima de 35, mientras que “el tamaño máximo de la zona anexa, para el desarrollo de explotaciones ganadero-deportivas individuales no superará nueve veces la superficie del centro ecuestre (mínimo 180 hectáreas y máximo 315)”.

“Deberían estos complejos -continúa el informe de recomendaciones- poder disponer de un número limitado de cortijos”, en los que “albergar equipos de polo de mediano y alto hándicap”. También se señala que “todas las explotaciones individuales deben tener una pista deportiva ecuestre para entrenamiento”, con un mínimo de cinco cuadras para las dedicadas a la hípica y de 25, en caso de dedicarse al polo.

En los centros ecuestres se podrían permitir como usos complementarios el hospedaje rural, el club social rural, restauración, hostelería y merchandising de artículos relacionados con las actividades ecuestres. Además de cuadras y anexos (almacenes, guardería...), “se permitirán unas estancias para entrenamiento de jinetes, vestuario, sala de reunión de equipo, etc”.

“Dentro del Distrito Equino y de los complejos ecuestres -se señala en las recomendaciones- puede haber zonas que por su naturaleza, actividad, restricciones, normativas... no formen parte funcional de los mismos, y no computarán a ningún efecto en relación con las determinaciones aquí establecidas”.

También se indica que “los tres ayuntamientos podrán, justificadamente y en casos concretos, establecer algunos de los parámetros que se han mencionado -y que no vengan impuestos por normativa de ámbito superior al municipal- utilizando una cierta holgura, que se debería definir en el Plan Especial del Distrito Equino”.

Según los estudios preliminares elaborados por la Fundación Santa María Polo, la Vega del Guadiaro cumple con las tres características básicas para lograr este objetivo de un distrito equino: un clima idóneo, infraestructuras turísticas de primer nivel y la cultura del caballo propia de Andalucía. Sin embargo, fallan algunas condiciones particulares, porque si bien existen clubes de polo y de hípica que pueden servir de base para el proyecto así como torneos de primer nivel internacional, la legislación no es claramente favorable y faltan una serie de infraestructuras.

Este proyecto no precisa de subvenciones públicas, porque se puede sostener por la misma iniciativa privada, pero antes hay que solventar una serie de trabas administrativas. Este es el objetivo principal del grupo de trabajo: generar la documentación previa para que desde la Junta de Andalucía se consiga la aprobación de la creación de este distrito equino.

En cuanto a la riqueza que se puede crear, si en la actualidad Santa María Polo genera entre 25 y 35 millones de euros al año y cien empleos directos en temporada alta, la conversión de la zona en distrito equino podría suponer 500 millones de euros anuales y entre 2.000 y 3.000 empleos (entre directos e indirectos).