Expansión destaca las bondades de San Roque para vivir también en invierno

Sunday, 13 December 2020

El periódico económico Expansión ha publicado un reportaje, firmado por Vicky Vilches, en el que destaca las bondades de la zona sanroqueña de Sotogrande para vivir, también en invierno. En su sección de Viajes, y con el título “Sotogrande lleno en el otoño-invierno 2020 como consecuencia del coronavirus” desgrana los motivos para que esta zona haya aumentado su población este año.

“Espacios abiertos, una gran seguridad, un buen nivel de servicios y un sinfín de entretenimientos como el golf o los deportes náuticos. En la era Covid, el enclave gaditano vive una inusual actividad fuera de su tradicional temporada estival. Incluso su colegio ha registrado 200 nuevas matrículas este curso”.
Así comienza el amplio reportaje, con fotografías de Luis de Las Alas, en el que se cuenta cómo se fundó Sotogrande, su progresión y los múltiples atractivos actuales de una urbanización que ha sido elegida por muchos para pasar este invierno de Covid, en vez de Madrid.
“Cuando me bajo del AVE -escribe Vicky Vilches-, una densa niebla envuelve Madrid. Lo interpreto como una metáfora de la falta de claridad de este extraño momento colectivo que atravesamos. En el andén me invade una inesperada nostalgia por ese cielo limpio y esa luz gaditana que he dejado atrás hace solo tres horas. Nostalgia por un lugar que me resulta ajeno y que me ha acogido durante los últimos tres días: Sotogrande".
"En la era Covid, entre la niebla y la imagen de un Madrid apagado y sin chispa, esa burbuja cosmopolita creada para los 'happy few' en los años 60 junto al mar parece que cobra más sentido. Incluso para alguien de espíritu urbanita y con vocación de flâneur, de perpetua paseante, como es mi caso.
La ciudad, no solo Madrid, ha perdido buena parte de los encantos que la encumbraron como escenario privilegiado durante todo el siglo XX. ¿Sigue siendo la ciudad, señor Edward Glaeser, el escenario privilegiado que hace nuestras vidas más inteligentes, sanas y felices?"
"He sido razonablemente feliz caminando entre esas palmeras que hizo plantar en hilera el empresario filipino Joseph McMicking, artífice y promotor de Sotogrande, a semejanza de las grandes avenidas de Hollywood. Las decisiones se tomaban en Filipinas y se inspiraban en California.
Lo he sido charlando con unos y con otros, tratando de desentrañar las preguntas que me han traído hasta aquí: ¿es este el primer invierno diferente de un enclave tan singular?, ¿anticipa una nueva normalidad con más habitantes permanentes o es solo coyuntural?
Traigo las preguntas, necesito saber a quién formulárselas. No es Sotogrande lugar para los flâneurs. Aquí prácticamente todo discurre de puertas para adentro, dentro de las casas. Empezaré, por qué no, por la casa del Señor". "Es domingo por la mañana. Compruebo cierta afluencia en misa.
Calculo que tenemos un 15% más de feligreses que el año pasado por estas fechas. Y se nota que hay más españoles". Así lo explica al terminar el oficio don Agustín, el párroco, en la sacristía, alzacuellos tras mampara transparente. "Se han anulado todas las bodas pero hemos celebrado las primeras comuniones. Y como deben ser: más familiares y menos sociales".
En esta mañana soleada hay chiquillería por el puerto. No visten de marineritos a lo Froilán años ha, pero los más pequeños se acercan con ojos curiosos a los barcos. Es día de misa, de paseo y de mercadillo en Sotogrande. El cierre perimetral de algunos municipios cercanos limita la afluencia. Aun así, observo que el parking está lleno. "Gente hay, eso sí, pero bolsas pocas. El bicho lo ha cambiado todo, la gente no quiere gastar".
Victoria García, malagueña, propietaria del puesto Panapania Hats, casi una institución local, me regala esta clase de economía a pie de calle. "Sombreros hemos vendido pocos, la verdad". Lo ha compensado con el aumento en la venta de sus vistosas correas para perros, lo que parece reflejar la tendencia a hacerse con un animalito al que achuchar en tiempos de distanciamiento físico.
Cara, un pequeño bichón maltés, responde al prototipo de achuchable. Aparece en escena. Y tiene su pequeña historia: fue la primera mascota que se alojó en el flamante Four Seasons de Madrid. Su dueña, Virginia Irurita, socia fundadora de la agencia de viajes de lujo Made for Spain and Portugal, pasa aquí los veranos y este año buena parte del invierno ante la imposibilidad de viajar a Estados Unidos.
"Teletrabajo desde Sotogrande y estoy aquí mucho mejor que en Madrid. Este año hay más españoles, las terrazas y restaurantes están más animados y después del confinamiento valoro más la belleza de estos jardines", señala. Concluye: "Aquí hay energía, hay algo especial, me surgen mejor las ideas".
Confirmo en Gigis lo que comentaba Irurita. No solo hay ambiente, es hasta difícil conseguir mesa. El concurrido chiringuito es otro de los 'must'. "Estas Navidades abriré. De hecho, ya está completo", me dice Gigi. Y mientras algún que otro grupo aprovecha el buen tiempo para darse un baño, en La Reserva Club, en el llamado Sotogrande alto, 34 adultos disfrutan de una paella.
Nada menos que 17 parejas han tomado parte en el Mix-in de pádel que se celebra todos los fines de semana. Después del torneo, paella. La Reserva Club abandera el proyecto de afianzar el destino en otros deportes, como los náuticos y los de raqueta y conseguir que el enclave no se relacione solo con el golf. Y con el noble arte de recibir en casa y de hacer networking estratosférico, también muy practicados.
La Reserva Club es una de las apuestas de Sotogrande SA para hacer más atractiva y completa la oferta de servicios del enclave también en invierno. Desde que en 2014 entró el fondo de inversión Orion se percibe una nueva dinámica. Enormes recursos, energías renovadas, nuevo impulso.
Quién tiene en la cabeza todas las piezas del puzle en construcción es el afable y de maneras exquisitas Roberto Roca, consejero delegado de la sociedad. Tras 10 años en Madrid como hombre de Orion en España, es éste su primer invierno como residente en Sotogrande. "¿Dónde voy a estar mejor que oyendo cantar a los pájaros y paseando entre acebuches bajo este sol?".
Naturalmente, su fuerte no son los árboles sino los números. Arquitecto con formación posterior en la prestigiosa escuela de negocios INSEAD, tiene ese perfil cosmopolita tan sotograndino.
Me enseña las nuevas comunidades residenciales y la joyita de la corona, los fabulosos nuevos desarrollos residenciales: The Seven, El Mirador, superarquitectos, paisajismo de Jean Mus... Y habla con especial entusiasmo del nuevo hotel.
El antiguo NH Almenara se convierte en So/Sotogrande tras una profunda reforma. Espera abrir sus puertas el próximo verano. Lujo en familia. Diseño. 150 habitaciones. Buena oferta gastronómica. Y el que promete ser uno de los mejores spas de la costa española. También me habla con entusiasmo del proyecto Manuel Piñero, que en la actualidad rediseña el campo de golf donde se sitúa al hotel.
Entre los planes de Orion, prosigue Roca, se encuentra la inminente construcción de 120 apartamentos "asistidos" para mayores activos, con zonas comunes en torno a un núcleo inspirado en un cortijo. Un producto muy Miami que, dada la pirámide demográfica del viejo continente y la bondad del clima en Cádiz, cabe preguntarse cómo no se le había ocurrido antes a nadie.
Al joven británico Tom Shield se le ocurrió hace un par de años montar un servicio de coquetos Mini Mokes, The Jolly Mile. En el confinamiento de marzo inauguró un servicio gourmet a domicilio y ahora se plantea un espacio de coworking. "Han venido jóvenes emprendedores y nómadas digitales. Trabajan en sus casas, pero echan de menos socializar, tomar un café con gente como ellos". Me presenta un par de estos perfiles que han cambiado Londres por Sotogrande.
Los británicos siguen siendo muy numerosos en el Colegio Internacional, incluido su director, el carismático Jack Kearney. Unos 200 nuevos alumnos este año entre sus 1.000 estudiantes. Por primera vez un número no despreciable de españoles, hijos de nuevos residentes. "Unos 20, la mayoría de Madrid".
Sus 90 alumnos internos lo convierten en el internado más grande de España. El aumento de la demanda de plazas ha impulsado la construcción de un nuevo edificio, ahora en marcha. Siete autobuses estacionados en la puerta del Colegio Internacional esperan la salida de los alumnos. A mí me espera el AVE. Y la niebla. Y pensar en las preguntas que me trajeron aquí.
 
 
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