Andrés Vázquez de Sola: “Mi única arma, por la que fui condenado en el franquismo, fue un lápiz”

Miércoles, 26 Julio 2017

“Mi única arma, por la que fui condenado en el franquismo, fue un lápiz. Lo único que he hecho ha sido pintar, escribir, dibujar, nada más. No he luchado nunca”. Así define el periodista y dibujante sanroqueño, Andrés Vázquez de Sola, su trayectoria profesional y artística, en el marco de su participación en la trigésimo séptima edición del Curso de Verano de la UCA en San Roque.

NOTICIA CURSOS DE VERANO 26 JULIO 2017

Vázquez de Sola ha impartido la conferencia que ha puesto el punto y final al seminario, “Morir matando. Memorias del tardofranquismo”, que ha versado sobre la exposición que se puede visitar en la Galería de Arte Ortega Bru, “Andrés contra Franco. Dibujos del exilio y el regreso”.

El artista ha destacado que “paso por un luchador antifranquista, pero yo no estoy contra Franco, estoy contra lo que hizo Franco, que no es lo mismo. Nunca conocí a Franco así que no puedo tenerle ni simpatía ni antipatía, pero asesinó a personas que yo adoraba cuando era niño y eso no lo podré olvidar jamás. Tampoco soy antisocialista, pero si tengo que decir algo contra Felipe González, por meternos en ese crimen contra la humanidad que es la OTAN, pues lo digo, al igual que si tengo algo en contra del Partido Comunista de España, en el que milito desde hace más de 60 años, por ejemplo la Transición no la llevó como debería, así que lo critico también.”

“No estoy contra nada, estoy por algo. Por la paz, por la libertad, por la felicidad, porque todos seamos iguales, porque no haya hambre, porque no haya miseria, porque las mujeres sean respetadas como tiene que ser, porque los homosexuales no sean zaheridos y sean respetados. Para defender todo esto y no contra nada. Hago lo que tenga que hacer para luchar por una vida mejor para todos, no para mi, para todos”, ha señalado el dibujante.

Para Vázquez de Sola la Transición fue un cachondeo. “Comprendo y, voté en el seno del PCE, por la conciliación nacional. Y me equivoqué: una cosa es no venir fusilando, ni tomar venganza, ni matarse entre hermanos... y otra cosa, muy diferente, es hacer una política en la que todos somos iguales. No se puede tolerar, ya que existen victimas y verdugos, es muy triste ver hoy aquí a dos personas maravillosas, Blanco Chivite, condenado a muerte y más tarde su pena conmutada a cadena perpetua la noche antes de ser fusilado, y Pepe Ortega, sanroqueño torturado, a cuyo torturador se le ha condecorado con una medalla por sus méritos. Es repugnante que hoy todavía se premie a torturadores. Se sigue hablando de niños robados cuando la iglesia ha seguido vendiendo niños hasta hace pocos años, eso es una vergüenza y un asco.”

“No ha habido un cambio, ha habido 'cambio de toro con los mismos cómicos'. Siguen siendo los mismos fascistas que antes, se llamen como se llamen, todos los que están en el poder en la actualidad es que han acatado el fascismo de una forma u otra, sin excepción”, concluye Vázquez de Sola.

El seminario ha finalizado con dos nuevas ponencias, “Memoria histórica y justicia en la prensa”, impartida por el periodista, escritor y director de la editorial El Garaje, Manuel Blanco Chivite, y “Morir sin nombre: las presas políticas, los hijos de los republicanos y la masacre de las identidades” a cargo de la licenciada y profesora en letras por la UBA, Luz Celestina Souto, han completado esta tercera jornada.